La provincia de Guanacaste, cuna de cultura de Costa Rica es una provincia donde encontraremos cambios radicales en poca distancia. En el Pacifico norte podemos pasar de una asombrosa playa a un volcán en menos de los que nos podríamos imaginar, del clima caliente al clima frio, del bosque seco al bosque húmedo. Es un sitio para descubrir más allá de los que nos muestran.
Esta zona es perfecta tanto para las personas que les gusta la actividad física como para las personas que quieren relajación y paz. El parque nacional Rincón de la Vieja ofrece increíbles senderos en medio de la naturaleza y que conducen a increíbles cataratas y los alrededores de este volcán activo tienen aguas termales y ríos sorprendentes. Algunos de los hoteles de la zona son ejemplo en materia ambiental.
Si lo suyo es la aventura en la oscuridad Barra Honda debe estar en la lista de sitios por visitar. Esta montaña de origen calcáreo ha sido moldeada durante años por el agua y ha dado origen a hermosas cavernas, una de ellas perfecta para visitar en nuestro camino hacia el Pacifico norte.
Santa Rosa, una inmensa hacienda durante el siglo XIX y testigo de una de las gestas históricas que marcaron la historia de Costa Rica alberga no solo uno de las casonas típicas más antiguas del país, sino también el único remanente protegido de bosque seco del Centroamérica. En las profundidades de ese bosque se esconde una de las playas de más difícil acceso del país y por lo tanto una de las más bellas.